En Aniquilación ( Anagrama, 2022) Michel Houellebecq traslada al lector hasta 2027, allí plantea una historia compleja en cuanto a su contenido. En ella habla de muchas cosas, quizá demasiadas en ocasiones. Parece Houellebecq querer tratar demasiado en asuntos que quedan en ocasiones inconclusos y algo confusos, como la trama terrorista; la relación de Paul Raison (así se llama su protagonista) con Bruno Juge, su jefe y ministro de Economía y Finanzas con ambición presidenciable y al que el ciberterrorismo ha degollado públicamente para sorpresa de todos.
Aniquilación una novela total: thriller con flecos esotéricos, obra de crítica política, descarnado retrato familiar y narración existencial sobre el dolor y el amor.
Año 2027. Francia se prepara para unas elecciones presidenciales que es muy posible que gane una estrella de la televisión. El hombre fuerte detrás de esa candidatura es el actual ministro de Economía y Finanzas, Bruno Juge, para quien trabaja como asesor Paul Raison, el protagonista de la novela, un hombre taciturno y descreído.
De pronto, en internet empiezan a aparecer extraños vídeos amenazantes –en uno de los cuales se guillotina al ministro Juge– con unos enigmáticos símbolos geométricos. Y la violencia pasa del mundo virtual al real: la explosión de un carguero en A Coruña, un atentado contra un banco de semen en Dinamarca y el sangriento ataque a una embarcación de migrantes en las costas de las islas Pitiusas.
¿Quién está detrás de estos hechos? ¿Grupos antiglobalización? ¿Fundamentalistas? ¿Acaso satanistas?
Mientras Paul Raison indaga lo que está sucediendo, su relación matrimonial se descompone y su padre, espía jubilado de la DGSI, sufre un infarto cerebral y queda paralizado. El hecho propicia el reencuentro de Paul con sus hermanos: una hermana católica y simpatizante de la ultraderecha casada con un notario en paro, y un hermano restaurador de tapices casado con una periodista de segunda fila amargada y de colmillo retorcido. Y además Paul deberá enfrentar una crisis personal al serle diagnosticada una grave enfermedad…
Houellebecq orquesta una ambiciosa novela total que es muchas cosas a la vez: un thriller con flecos esotéricos, una obra de crítica política, un descarnado retrato familiar y también una narración íntima y existencial sobre el dolor, la muerte y el amor, que acaso sea lo único que puede redimirnos y salvarnos.
Una novela provocadora y apocalíptica que, como suele ser habitual en Houellebecq, deslumbrará o escandalizará. Lo que es seguro es que no dejará a nadie indiferente, porque el autor tiene la inusual virtud de sacudir conciencias.
Mientras Paul Raison indaga lo que sucede, su matrimonio se descompone y su padre, queda paralizado. #MichelHouellebecq #Aniquilación #Anagrama #OriolVillarPool #ElSilenciodelosLocos Compartir en X
ANIQUILACIÓN
MICHEL HOUELLEBECQ, 2022
Nº de páginas: 608 págs.
Encuadernación: Tapa Blanda
Editorial: ANAGRAMA
Lengua: CASTELLANO
ISBN: 978-84-339-8121-9
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Aniquilación, entre el futuro y la mediocre existencia de sus protagonistas.
Es de todos conocida la fama de enfant terrible de las letras francesas que tanto gusta a la crítica aplicar a Michel Houellebecq. Puede que tengan razón, pues en sus novelas, desde que Las partículas elementales le colocara en el olimpo del malditismo editorial, siempre mete el dedo en la yaga de una sociedad como la francesa. Sociedad ésta paradigma de la Libertad y la Cultura más chovinista del planeta.
Pero además de esta actitud más o menos sincera de su autor, es también cierto que sus libros son valientes, arriesgados e incluso y sobre todo provocadores. A Michel Houellebecq le gusta jugar con el tiempo y fantasear con los efectos del mismo en la sociedad. Fantasear con la visión que de sí mismo tendría cada quien si pudiera verse unos meses o unos años más adelantado a su presente.
En Sumisión (Anagrama, 2015) Francia sería presidida por un Presidente Musulman; en Las Partículas Elementales (Anagrama, 1998) se trasladó tan solo un año hacia adelante, de modo que cuando la mayoría de sus lectores se enfrentó al texto, ese tiempo futuro ya era presente si no pasado, y eso era algo que chocaba con la visionaria imaginación del autor. Houellebecq sabe hablar del futuro como si fuera hoy y traslada allí sus inquietudes, sus obsesiones y por qué no decirlo, también sus paranoias.
Fantasear con la visión que de sí mismo tendría cada quien si pudiera verse unos meses o unos años adelante. #MichelHouellebecq #Aniquilación #Anagrama #OriolVillarPool #ElSilenciodelosLocos Compartir en X
En Aniquilación ( Anagrama, 2022) Houellebecq traslada al lector hasta 2027, allí plantea una historia compleja en cuanto a su contenido. En ella habla de muchas cosas, quizá demasiadas en ocasiones. Parece Houellebecq querer tratar demasiado en asuntos que quedan en ocasiones inconclusos y algo confusos, como la trama terrorista; la relación de Paul Raison (así se llama su protagonista) con Bruno Juge, su jefe y ministro de Economía y Finanzas con ambición presidenciable y al que el ciberterrorismo ha degollado públicamente para sorpresa de todos.
Paul Raison es asesor del ministro Juge y ello debería llevarnos a pensar que posee información relevante sobre los secretos más ocultos que los círculos del poder ocultan a los mortales, pero más que eso lo que a Houellebecq le interesa en el lado más humano, más mediocre y más personal su protagonista. Alguien que deberá enfrentarse a la enfermedad cardiovascular de su padre, un antiguo agente de la DGSI los servicios secretos Franceses) que ahora deberá aprender a vivir una nueva existencia vegetal. Alguien que tendrá que aprender a re-conocer o al menos a tratar de comprender a una hermana simpatizante de una ultraderecha que toca con la yema de sus dedos el poder. Una mujer creyente y practicante convencida, casada con un notario desempleado. Alguien con un débil hermano restaurador de tapices, anclado en el medievo y alejado de la realidad tanto como las telas que repara, y además casado con una periodista mediocre, frustrada y resentida que no dudará en hurgar en lo privado para hacerlo público, sin deontología alguna, y ninguna dignidad.
A nadie le es fácil aceptar su propia muerte, Houellebecq ya lo hizo en El Mapa y el Territorio con la suya propia #MichelHouellebecq #Aniquilación #Anagrama #OriolVillarPool #ElSilenciodelosLocos Compartir en X
Paul Raison a su vez está viviendo la muerte de su amor de pareja. Prudence, su esposa, parece estar más allá que acá en eso del matrimonio. Ésto es algo que a Paul tampoco parece afectarle demasiado, pues su actividad profesional, si puede que no le llene demasiado, al menos sí le mantiene ocupado. Lo suficiente al menos como para no dar demasiada importancia al desmoronamiento de su proyecto familiar.
Pero he aquí que todo este contexto, que ya de por sí sería suficiente para construir una historia con las dosis de emoción e intriga suficientes, se ve aderezada -o sacudida sería más correcto- con el diagnóstico de una enfermedad que pondrá los cimientos de la vida Paul patas arriba. Es aquí donde la novela adopta su vertiente más humana y más cercana, al menos así lo ha sentido este humilde comentarista.
A nadie le resulta fácil aceptar su propia muerte, Houellebecq ya lo hizo en El Mapa y el Territorio (Anagrama 2011) con la suya propia. De modo que una parte sustancial de Aniquilación se centrará entonces en lo verdaderamente importante de la vida, en encarar el final, el propio y el ajeno. Y es ahí cuando Houellebecq conmueve e incluso emociona. Se toma su tiempo, eso es cierto, y se recrea en profundidad en procedimientos médicos, en reflexiones y en la toma de decisiones. Todo esto hará que, poco a poco y de manera gradual, incluso envuelto en la compasión de la mentira, de la piedad, del temor y de las medias verdades, Paul comprenda que si existe alguna manera de enfrentarse a la realidad ,quizá sea rindiéndose a la evidencia y disfrutando de las pequeñas cosas que el amor y la vida puedan brindarnos.
Michel Houellebecq
Michel Houellebecq (1958) es poeta, ensayista y novelista, La primera Star literaria desde Sartre, según se escribió en Le Nouvel Observateur. Su primera novela, Ampliación del campo de batalla (1994), ganó el Premio Flore y fue muy bien recibida por la crítica española.
En mayo de 1998 recibió el Premio Nacional de las Letras, otorgado por el Ministerio de Cultura francés. Su segunda novela, Las partículas elementales (Premio Novembre, Premio de los lectores de Les Inrockuptibles y mejor libro del año según la revista Lire), fue muy celebrada y polémica, igual que Plataforma (2002).
Houellebecq obtuvo el Premio Goncourt con El mapa y el territorio, que se tradujo en treinta y seis países. Abordó el espinoso tema de la islamización de la sociedad europea en Sumisión y volvió a levantar ampollas con Serotonina.
Las seis novelas de Michel Houellebecq han sido publicadas por Anagrama, al igual que H. P. Lovecraft, Lanzarote, El mundo como supermercado, Enemigos públicos, Intervenciones, En presencia de Schopenhauer y los libros de poemas Sobrevivir, El sentido de la lucha, La búsqueda de la felicidad, Renacimiento (reunidos en el tomo Poesía) y Configuración de la última orilla.
Houellebecq ha sido galardonado también con el prestigioso Premio IMPAC (2002), el Schopenhauer (2004) y, en España, el Leteo (2005).
Algunos lunes de los últimos días de noviembre, o de principios de diciembre, tenemos la sensación, sobre todo si uno es soltero, de estar en el corredor de la muerte. Hace mucho que las vacaciones han pasado y el nuevo año está todavía lejos; la proximidad de la nada es inhabitual.
El lunes 23 de noviembre, Bastien Doutremont decidió ir al trabajo en metro. Al apearse en la estación de Porte de Clichy, vio enfrente la inscripción de la que le habían hablado varios colegas los días anteriores. Eran un poco más de las diez de la mañana; el andén estaba desierto.
Se fijaba desde la adolescencia en los grafitis del metro parisino. A menudo los fotografiaba con su iPhone anticuado: debían de ir por la generación 23, él se había quedado en la 11. Clasificaba las fotos por estaciones y por líneas y les destinaba muchas carpetas en su ordenador. Era una afición, si se quiere, pero él prefería la expresión en principio más suave pero en el fondo más brutal de pasatiempo. Uno de sus grafitis preferidos era, de hecho, aquella inscripción con letras inclinadas y precisas que había descubierto en medio del largo pasillo blanco de la estación de Place d’Italie, y que proclamaba con energía: «¡El tiempo no pasará!».
Los carteles de la operación «Poesía RATP», con su muestrario de necedades insulsas que durante un tiempo habían invadido el conjunto de las estaciones de París, hasta extenderse por capilaridad por algunos convoyes, habían suscitado en los usuarios reacciones múltiples de cólera desquiciada. Así, él había recogido en la estación Victor Hugo: «Reivindico el título honorífico de rey de Israel. No puedo hacer otra cosa.» En la estación Voltaire, el grafiti era más bestial y angustiado: «Mensaje definitivo a todos los telépatas, a todos los Stéphane que han querido perturbar mi vida: ¡NO!»
Aniquilación, Michel Houellebecq (Anagrama 2022)
La crítica opina sobre Aniquilación de Michel Houellebecq.
Con Aniquilación Houellebecq encuentra una puerta a la luz… La decadencia, la debilidad, la muerte, el nihilismo siguen presentes, pero la novela contiene un atisbo de esperanza, mínimo pero real.
Jean-Claude Vantroyen, (Le Soir)
Una novela profunda (…) que sorprenderá e incluso irritará a muchos lectores.
Étienne Campion, (Marianne)
Una obra maestra.
Guy Duplat, (La Libre Belgique)
En la novela la esperanza es la verdadera heroína… Houellebecq posee la grandeza de un Balzac.
Anna Cabana, (Le Journal du Dimanche)
Una novela virtuosa sobre un mundo al borde del caos.
Christian Authier, (Le Figaro)
Un Houellebecq entre el nihilismo y el romanticismo.
Ilana Moryoussef, (France Inter)
Un thriller político que deriva en meditación metafísica.
Jean Birnbaum, (Le Monde)
La novela más delicada, más melancólica y más sensible de Michel Houellebecq.
Philippe Lançon
La última novela del que fuera gran maldito de las letras francesas logra algo que su autor aún no había conseguido en toda su carrera: aburrir mortalmente al lector.
Daniel Arjona, (El Confidencial)
¿Se ha vuelto Houellebecq un escritor de la esperanza?¿Puede un amor apagado resurgir de sus cenizas y servir de consuelo ante la muerte?
Lourdes ventura, (El Cultural)
Con excepción de «La posibilidad de una isla», donde la brecha se amplía hasta la ciencia ficción, muchas tramas de Houellebecq se aprovechan de ese vacío entre el futuro cercano y el presente intolerable.
Pedro B. Rey, (La Nación)
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© «Aniquilación | Una novela total de Michel Houellebecq.» es una reseña de Oriol Villar-Pool
Todavía no he terminado de leer la novela y estoy muy de acuerdo con sus apreciaciones. muchas gracias.
Termínala y luego nos cuentas.
A mí me ha parecido un gran libro. Houellebecq es un tipo singular y siempre provocador, pero yo me encuentro entre su legión de seguidores.
Muchas gracias por tu comentario.
Un saludo