Segunda entrega de Doble o Nada el relato por el que Marcelino finge ser Arturo. Artemio Laca representante de artistas dice ser enfermero y Pedro teme más a su mujer que a un juzgado de instrucción.

Los paparazzi son capaces de lo peor con tal de obtener  más de heces con que alimentar sus magazines televisivos.

Doble o Nada es el reflejo de una fauna cuyo único objetivo es poder sacar la cabeza del lodazal en el que viven con la vaga esperanza de tan sólo respirar.

Si no has leído la primera entrega de este relato te aconsejo que lo hagas ahora mismo. Quizá así consigas comprender algo mejor a estos pesonajes que comienzan a ser dibujados.


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Doble o nada. Un relato de Oriol Villar-Pool

-¿Pero me quieres explicar que te ha pasado? ¿Tú sabes la cantidad de prensa que hay ahí fuera? ¡Cuantas veces te he dicho que tengas cuidado en donde te metes! ¡Pero tú no. Claro… Tú eres muy listo! ¿Cómo vas a hacer caso al imbécil de Pedro?

… Claro el pobre Pedro no tiene ni idea de lo que dice y tú. ¿Acaso tú sabes lo haces? Después del numerito que has montado está claro que no… Porque lo de hacerte pasar por el Galán ese, vale…

…Ya sabes que a mí nunca me ha parecido mal del todo. No sabes la de veces que he discutido con tu hermana por eso. ¡Pero coño! Si con el cuento ese te has tirado a unas cuantas tías que para rato te miran si saben que sólo eres Marcelino Ramírez, parado y más simple que un bocadillo de mortadela…

… Yo siempre te he apoyado. ¡Pero dentro de unos límites, Hombre! ¡Dentro de unos límites! Porque a ver qué le digo yo ahora a toda esa gente de ahí fuera. ¿Eh, que les digo?

«Miren, a quien ustedes esperan no es quien ustedes creen que esperan de modo que váyanse a entrevistar a su puta madre y déjennos en paz.»

¡Pues no! Eso no se puede decir… Aunque ya sabía yo que esto acabaría pasando antes o después… Pero bueno ahora lo importante es que te mejores… El médico me ha dicho que solo  ha sido un bajón de tensión…

… Ya verás cuando se entere tu hermana de que no comes como es debido… Seguro que  a quien le monta el pollo es a mí…

¡No te jode!

… Que lo único que hago es echarte una mano… y mira pues si puedo rascar algo pues bienvenido sea, ¿No? ¿O es que se lo van a tener que quedar todo siempre los mismos?

-¿Pedro eres tú?- pregunta Marcelino mientras intenta salir de un sueño que le tiene sumido en las tinieblas del olvido.

-¡Pues quien quieres que sea chaval! Y menos mal que soy yo por que vaya numerito que has montado.

-Me he caído. ¿No?

-Bueno… Algo así.

La puerta se abre y vuelve a cerrarse casi sin tiempo para ello. Un enfermero con unas gasas en la mano les observa con atención. Parece estar recogiendo toda la información posible antes de que ocurra algo. No aparta la mirada de Marcelino aunque casi con un sentido sobrenatural también inspecciona a Pedro.

-¿Bueno y usted qué es lo que quiere?

-Así que este es el que se hace pasar por Alfredo.

-No sé de qué está usted hablando.

-Mirad. No sé cuales serán vuestros planes… Pero por lo que he podido ver hasta ahora no sois más que dos pardillos a los que en cuanto crucéis la puerta esos de ahí fuera os van a crucificar. Eso por no hablar del mosqueo que debe tener el bueno de Alfredo. Esto es lo que le faltaba ahora que está intentando que le tomen en serio.

-Se lo digo de verdad… No sé de qué me está hablando.

-Vale, vale. Si eso es lo que queréis adelante. Pero de una querella no os libráis ni de coña.

La puerta de la habitación se entreabre de forma violenta. Los dos enfermeros que la guardan la cierran de inmediato. El destello de un Flash ha sido más veloz que sus custodios y ha asustado a Marcelino que aún no ha salido de su aturdimiento. No alcanza a comprender sobre qué están hablando los dos hombres a los pies de su cama.

-Pedro. No dejes que esos se me acerquen otra vez por favor. Haz algo para que no se me acerquen. Sácame de aquí… Tengo miedo.

El falso enfermero observa a Pedro mientras intenta tranquilizar a su cuñado. Enciende un cigarrillo y entreabriendo la ventana expulsa una bocanada de humo por ella.

-Si tú quieres esos dos enfermeros de ahí fuera te pueden llevar hasta una ambulancia sin que nadie se entere. Y antes de diez minutos puedes estar donde tú me digas.

-Pero tenemos que esperar a que pase el médico con los resultados de los análisis.

El teléfono móvil del falso enfermero suena con una sintonía que solo podría gustar a un tipo como aquel. Apenas intercambian cuatro palabras pero por su rostro esa era una llamada que estaba esperando. No cuelga.

-Es mi secretario. En ocasiones también conduce ambulancias… Dice que Galán acaba de entrar en el edificio y viene con su abogado.

Es mi secretario. En ocasiones también conduce ambulancias... #Relato #DobleoNada #OriolVillar Compartir en X

Pedro mira a Marcelino. El pánico comienza a apoderarse de él. Marcelino se revuelve en la cama y agarra con fuerza del brazo a  su cuñado. Sin duda espera que él decida lo mejor para los dos.

-¡Pedro!- suplica Marcelino.

-¿Pedro?- interroga el otro -. Algo tendremos que decirle al chófer. ¿No crees? La ambulancia me la alquilan por horas.

-¿Y qué le digo yo a tu hermana? ¿Eh? ¿Qué le digo? Primero finges ser otro y ahora te escapas de un hospital sin esperar a los resultados y en una ambulancia robada.

-Alquilada, Pedro. Alquilada- rectifica el enfermero.

-¡Da igual! Esto es una locura.

-Pedro- suplica de nuevo Marcelino -. Por favor. Sácame de aquí. No quiero encontrarme con Galán.

-Está bien. Pedro se gira hacia el falso enfermero y mirando fijamente a sus ojos le inquiere.

-Pero primero respóndeme a dos preguntas.

-Procura que sean breves.

-¿A dónde nos vas a llevar?

-A donde vosotros me digáis. He hecho de todo en mi vida pero nunca, al menos  todavía, he secuestrado a nadie… ¿Y la otra?

-¿Qué otra?

-La otra pregunta.

-Ah. Sí! La otra. ¿Quién eres tú?

-Artemio Laca- responde con la soltura de quien se ha presentado demasiadas veces a gente que no tenía ningún interés por conocerle -. Soy representante de artistas. Aquí tienes mi tarjeta.

Pedro extiende su mano y coge la tarjeta para leerla con atención. Le preocupa Marcelino; le preocupa el futuro de los dos; le preocupan los periodistas de fuera y le preocupa la llegada de Galán. Pero lo que de verdad le preocupa es cómo va a explicar a su mujer todo ésto sin que ella le arranque las pelotas.

Pero lo que de verdad le preocupa es cómo va a explicar a su mujer todo ésto sin que ella le arranque las pelotas. #Relato #DobleoNada #OriolVillar Compartir en X

-Rubén prepárate que bajamos- dice Artemio al teléfono antes de colgar.

Golpea tres veces la puerta con sus nudillos y visto y no visto los dos enfermeros dominan la situación.

-Señores… Nos vamos… Cubre con la manta a Marcelino, no se nos vaya a resfriar.

 

Continuará…


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* © “Doble o nada.” es un un relato de Oriol Villar-Pool