Tras mucho silencio a consecuencia de problemas de salud, hoy me acerco a este tu blog con la intención de recuperar la normalidad, la frecuencia, la calidad (si es que alguna vez la tuve) y la variedad en mis publicaciones. Me ha parecido oportuno para este, llamemosle regreso, publicar una fotografía que tomé en momentos difíciles en los que la incertidumbre me invadía. Instantes en los que un presente dudoso y un futuro incierto rondaban la cama de hospital en la que permanecía postrado.
En el breve poema que acompaña a esta fotografía he tratado de reflejar todo aquello que pasaba por mi mente y por mi corazón en unos instantes de soledad y malestar. Por circunstancias familiares he pasado una parte importante de mi vida velando a uno u otro enfermo, pero en esta ocasión quien ocupaba la cama era yo, y eso removió hasta el último de mis recuerdos. Vinieron a mi memoria episodios que creía ya olvidados, sucesos y épocas en las que no había más vida que los turnos de guardia entre jornadas de trabajo. Oprimieron mi pecho emociones confusas y contradictorias sobre lo que mi estado provocaría en quienes me quieren y en quienes en esos instantes estaban preocupados por mi, probablemente más que yo, pero cuyo estado convulsionaba mi alma y alborotaba mi razón.
Ahora que todo parece haber pasado, que la normalidad comienza a doblegar una nave sobre la que parecía haber perdido el control, trato de retomar mi actividad, de recobrar mi vida y de reactivar unas emociones hasta ahora dominadas por una extraña sensación de pérdida del control sobre mi propia vida. De modo que tras comprobar el efecto que mis palabras y mi fotografía han provocado en algunas personas, siento unas fuerzas renovadas para recuperar la escritura y el pálpito de mi existencia.
«La razón de mi ausencia»
La razón de la ausencia
el motivo de mi silencio
la causa de la distancia
la prueba del dolor.
El orígen de todo
el final de nada.
El manatial de mi llanto
el mutismo del alma
el puño que oprime mi corazón.
La memoria que domina mis sentidos
el afecto de los desconocidos
el abrazo de la ciencia
una sonrisa oculta
la mirada de la entrega
los ojos de la vocación.
La soledad de una noche infinita
la incertidumbre del silencio.
La fragilidad ante ti,
ante lo temido e ignorado,
ante un adios a distancia,
ante la agonía en soledad,
ante un futuro no escrito,
ante unos versos aún por soñar.
© «La razón de mi ausencia» es una fotografía de Oriol Villar-Pool.
Muy bonito poema. No he tenido Covid, por ahora, pero he visto algunas de esas cosas que expresas en la cara de muchos de los que sí la han tenido. Abrazos fuertes, Oriol. Y una rápida y completa recuperación!
Oriol. Es en estos momentos cuando encima de las ruinas de tu casa derrumbada
Miras al cielo y con una sonrisa solamente piensas en empezar a construir tu nuevo hogar
Entonces te sientes un hombre nuevo
———
Un abrazo eres un ejemplo a seguir
Me alegra que estes de vuelta, para empezar a conocerte!! Porque lo poquito que intuí en tu relato, me conmovió hasta las lagrimas sin conocerte…
Lo haces estupendo!
Tienes que hacerlo!!
Ponte a vivir, a escribir!!!
Muchas gracias por tus palabras. Tanto afecto me anima a recuperar el hábito de la escritura y de la vida. Un abrazo.
Efectivamente, así es como me siento y como pretendo seguir. Muchas gracias por tu abrazo que te lo envío de vuelta corregido y aumentado.
Muchas gracisa Manuel. Estoy ya en el último acto de este episodio. En breve empieza otro capítulo con nuevas perspectivas. Un abrazo.