Al escuchar la canción «No volveré a ser joven» intrepretada por Loquillo sobre un texto de Jaime Gil de Biedma me han invadido sentimientos enfrentados sobre la vida, sobre el tiempo, sobre lo hecho y sobre lo pendiente por hacer. Ambas listas son interminables pero asimétricas y el tiempo es cada vez menos. Pero la belleza de la letra de Jaime Gil de Biedma y el buen trabajo del Loco y de Gabriel Sopeña hacen de esta canción un himno a seguir y una llamada a la reflexión.
«Que lo que quede mereza la pena»
No volveré a ser jóven.
Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
como todos los jóvenes yo vine
a llevarme la vida por delante.Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.
Intérprete: Loquillo
Composición: Gabriel Sopeña
Autor: Jaime Gil De Biedma
Título: No Volveré A Ser Joven
Albúm: La Vida Por Delante
Pista: 4
Discográfica: Hispavox Año: 1994
Cuando una mañana de invierno al sonar el despertador te levantas y te miras en el espejo.
Es entonces cuando comprendes que ya tienes cincuenta años.
Te tiemblan las piernas.
Al mirar los viejos albunes de fotos de familia te descubres mayor que tu padre.
Y tú todavía no sabes qué quieres hacer con tu vida.
Es entonces cuando probablemente, por primera vez en tu vida, seas consciente de que el tiempo se ha escapado y de que ya no volverá.
Que todo aquello que dejaste pasar se fue para siempre.
Que ya te queda menos por vivir que el tiempo que has desperdiciado.
Cuando eres jóven,
y eso nos pasa todos los que hemos sido jóvenes,
tu vida la domina un hermoso e intenso sentido de eternidad.
Un sentido de una noche de verano sin final con los pies descalzos en la arena y tus manos en la cintura de quien ocupa tu corazón.
Sabes que el mundo está ante ti y que cualquier cosa, por inmensa que pareza es una meta fácil a la que acceder.
Un año perdido en tus estudios, no es más que muchas tardes de ocio y pasión.
Pero la realidad es otra.
Cada minuto no consumido es una vida desperdiciada.
Y eso amigo mío es algo que no tiene vuelta atrás.
Por más que tú te creas aún jóven,
para el mundo no eres más que otro maduro sin rumbo.
Cuando Loquillo publicó este volumen «La vida por delante» en 1994, primero de una trilogía dedicada a musicar poemas de autores imprescindibles en su vida, muchos de sus seguidores se sintieron traicionados.
-¿Qué ha hecho este?
-¡Que cante Cadillac Solitario y se deje de chorradas!
Pero Loquillo es un tío valiente y hace lo que quiere hacer, cuando quiere hacerlo y, sobre todo, porque lo quiere así.
En otra de sus canciones «La mala reputación» versioneando a Geroge Brassens dice:
A nadie le gusta que uno tenga su propia fe…
… No hay mayor pecado que el de no seguir al abanderado.
Yo comparto por completo este punto de vista.
Creo que aceptar el paso del tiempo y ser consciente de tu edad y de lo que ésta ha hecho en tí es la única manera de seguir siendo tú.
En tu interior siempre hay alguien que lucha por ser escuchado y al que silencian el ruido general y el propio en especial.
Si eres capaz de aceptarte como eres no tendrás problemas para adaptarte a los tiempos.
Si abres tu mente y te escuchas es probable que acabes oyendo y viendo lo que ocurre más allá de tus narices,
lo que ocurre en tu interior.
Y entonces…, y probablemente sólo entonces, serás capaz de sentir la belleza de las palabras de Jaime Gil de Biezma y su reflexión sobre la fragilidad del tiempo y su caracter esquivo.
La velocidad a la que se nos escapa la vida.
La importancia de no vivir en la nostalgia.
De no obsesionarse con el porvenir.
Y vivir cada instante del presente y aceptarlo tal y como llega hasta ti.
Entonces puede que empieces, entre otras cosas, a disfrutar la poesía. Puede que llegues a comprender que se puede ser roquero y cantautor con la misma sensibilidad, el mismo talento y el mismo amor con el que lo hace loquillo.
El mismo amor con el que lo podrías hacer tú, si te aceptases a tí y aceptases a los demás.
© “No volveré a ser joven.” es una reflexión de Oriol Villar-Pool
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