Hace muy poco tiempo asistí a una Máster Class del escritor y periodista español Juan Gómez-Jurado (Madrid 1977). Se trataba de una charla On-line en 15 clases sobre el proceso de esritura de una novela. En esta clase Gómez-Jurado, autor al que yo no conocía más que de oídas, habla con seguridad y convicción sobre todas y cada una de las fases del proceso de gestación de una novela.
Juan Gómez-Jurado en su Máster Class habla del principio del relato; de las tramas que lo componen; de los personajes que viven en ella y padecen sus vicisitudes; de las localizaciones en las que ocurren cada uno de los sucesos fundamentales que tienen lugar en sus páginas; de los nudos de la trama, de los puntos de giro, de las sorpresas y de las trampas, de los finales, etc…
Pero dos cosas llamaron mi atención. La primera es un consejo «Si no avanzas con tu novela es porque no tienes el culo pegado a la silla», y la otra una curiosidad, pues la mayoría de los ejemplos narrativos y de construcción de personajes pertenecían al cine y no a la literatura (también los hay y muchos, no nos llevemos a engaño). Esto fue algo que me sorprendió, no me extrañó pero me resultó curioso en un curso de novela. No soy tan igenuo y comprendo que para los escritores no muy lectores, como lo son muchos, el cine es una manera más fácil de acercarse a la narración que la novela. Aunque solo sea por la diferencia en el esfuerzo que implica la lectura de 300 páginas frente a los 90 minutos que te puede llevar ver una película al uso.
Cine y literatura, todo un dilema.
Es cierto que esos consejos facilitan el trabajo a la hora del estudio de todos los aspectos que componen una narración. Pero una película no es una novela, son dos cosas bien diferentes con un lenguaje específico cada uno de ellas. Y confundir el lenguaje de el uno en la otra, o de la otra en el uno, nos puede llevar a encontrarnos con películas de corte muy literario. Películas que con demasiada frecuencia resultan insufribles, si su director no está dotado de una mano mágica para el relato. Por otra parte nos encontraremos con novelas construidas en función del paradigma de Syd Field o de Hollywood, de estructuración en tres actos y con todos y cada uno de los aspectos que la componen en planos, secuencias, escenas, y actos.
Pero repito lo dicho, cine y literatura manejan lenguajes diferentes. Mezclarlos es algo que no suele acudir en beneficio de las cualidades literarias de la novela, aunque si que lo hace en cuanto a su capacidad para conseguir lectores no acostumbrados a la lectura.
Una trama intrigante; una estructura en tres actos claramente definidos, unos personajes claramente arquetítpicos (con sus matices diferenciales, claro está), unas descripciones mínimas y unas acciones trepidantes. Una sucesión de escenas cortas (a veces demasiado) que nos dejan a los lectores con la miel siempre en los labios. Éstas son algunas de las cosntantes de este tipo de novela, tan extendido hoy en día.
Desde la primera página de Reina Roja supe a qué me estaba enfrentando.
Y entonces, tras terminar la charla de Juan Gómez-Jurado, me dispuse a leer Reina Roja, su novela, para mí, mas conocida y si no estoy equivocado más exitosa hasta el momento. Y desde la primera página, desde la presentación de los personajes principales, Antonia Scott, Jon Gutierrez y Mentor, ya pude saber a qué me enfrentaba.
¿Estaba frente a un relato ágil? Sí mucho.
¿Un texto con una trama intrigante y casi adictiva? Sin ninguna duda.
¿Reina Roja cuenta una historia convincente y sólida? Pues eso ya es otra cosa.
Desde la primera página, desde la presentación de los personajes principales, Antonia Scott, Jon Gutierrez y Mentor, ya pude saber a qué me enfrentaba.#ReinaRoja #JuanGomezJurado Compartir en X
Reina Roja utiliza personajes que son un trasunto más que evidente de personajes muy populares en la sociedad española. Ésto podría enraizar la historia en la sociedad actual de España, pero creo que no lo consigue. Y esto ocurre por que el autor pretende llevar su relato hacia ese tipo de naración típicamente hollywoodiense. En su fondo y en sus formas. Parece mostrarnos a un autor sentado junto al teléfono a la espera de la llamada de un productor de Hollywod con una oferta irrechazable para comprar los derechos. Ojalá sea así, pero en ese caso competiría con las novelas negras del resto del planeta y ahí la competencia es realmente dura.
Reina Roja no es en absoluto una mala novela
No quiero decir con lo todo lo expuesto que Reina Roja sea una mala novela. No lo es en absoluto. Más bien es todo lo contrario pues consigue dejarte pegado a la butaca durante un par de tardes. tardes en las que el mundo no existirá para ti. Querrás saber qué ocurre; quién es quién; y por qué ocurre lo que ocurre. Y esto no siempre queda del todo claro.
Quizá una voluntad premeditada por crear una serie, sea lo que haya llevado al autor al trabajar de ese modo. Cosa que en mi humilde opinión afecta a la novela como unidad, como texto independiente. Quizá quedan demasiadas incógnitas y las motivaciones de los personajes no sean todo lo claras que deberían ser para que los lectores comprendamos por qué los personajes actúan como actuan.
No obstante la prosa y el estilo utilizado por Juan Gómez-Jurado es ágil, es rápido (en ocasiones un poco acelerado) como evitando resultar demasiado rico y literario para no espantar a ningún lector. Pero sinceramente da lo mismo. Al menos a mi me da igual. Si tuviera que puntuar la novela le daría una buena puntuación. Imagino que Gómez-jurado no pretende ser James Joyce, Gaebriel García Márquez ni Julio Cortázaz. Tampoco creo que aspire a ser Patricia Higshmith, Frederick Forsyth ni Jo Nesbo, pero qué mas da.
Juan Gómez -Jurado, un autor con oficio de periodista y habilidades de narrador.
Si quieres leer con pasión y deseas pasar una página tras otra sin darte cuenta de que ya ha llegado la madrugada, esta es tu novela. Ésta es al menos una de tus novelas. Juan Gómez-Jurado tiene oficio de periodista y habilidades de narrador suficientes para agarrarte por las solapas y no soltarte. ¿Y qué pretendías encontar en una novela de intriga? Pues intriga a raudales.
Y Reina Roja de Juan Gómez-Jurado es una novela en la que la encontrarás.
Antonia Scott sólo se permite pensar en el sucidio tres minutos al día. para otras personas, tres minutos pueden ser un período minúsculo de tiempo. No para Antonia. Reina Roja. Juan Gómez-Jurado.
© «Reina roja | Una carrera sin aliento de Juan Gómez-Jurado.» es una reseña de Oriol Villar-Pool
Deja una respuesta