Breve texto cargado de nostalgia, melancolía, reflexión y un poco de rabia. ¿Resignación? Eso nunca. Podrán robarnos casi todo lo que poseemos, pero jamás lograrán arrancarnos nuestros pensamientos. Lo intentan silenciando a todo quien no se somete. Empobreciendo a quien lucha por sobrevivir. Axfixiando a quien, tan solo, pretende trabajar. Grandes marcas, enormes medios, popderosos lobbys… ¿Y todo eso para que?
Yo tengo mis sospechas pero, ante tanta censura desaforada, hoy tan solo aspiro a navegar por mis ensoñaciones y mis recuerdos de la infancia. Los tiempos en los que era feliz.
Adéntrate en el texto. Comienza así:
Hacía tiempo mientras revisaba mi teléfono móvil.
Al levantar la mirada descubrí una vieja alpargatería.
«Sorteando el tiempo»
Hacía tiempo mientras revisaba mi teléfono móvil. Al levantar la mirada descubrí una vieja alpargatería. Dediqué los minutos de mi espera a observar el género que aquellos escaparates me mostraban.
Mi mirada se dirigió hacia el interior del local. Allí tras el mostrador se adivinaban los distintos modelos y tipos de calzado escondidos en sus eternas cajas de cartón.
Imaginé las décadas en las que ese pequeño comercio habría calzado a generaciones de mis convecinos. Fantaseé con mi abuela acudiendo allí, con sus escasos recursos, a calzar a sus cuatro hijas. Niñas en crecimiento en un periodo de posguerra, tristeza y hambre.
Imaginé al propietario de la tienda haciendo descuentos imposibles a quien necesitaba cubrir sus pies sin olvidar su estómago.
Haciendo descuentos imposibles a quien necesitaba cubrir sus pies sin olvidar su estómago. #OriolVillar #ElSilenciodelosLocos #Fotografía #Pequeñoscomercios #censura #Tiranía Compartir en X
Recordé las botas «Gorila» con las que pisaba los charcos camino del colegio; y las alpargatas para el verano, cuando no eran un objeto de diseño y moda.
Recordé las interminables tardes en la playa, las aburridas tardes de domingo viendo llover tras las mojadas ventanas del salón.
Traté de imaginar a los comerciales, que con sus catálogos y muestrario recorrián las ciudades y pueblos ofreciendo su producto.
Vino a mi menoria el esfuerzo de la anciana dependienta que arrodilada pasó la vida probando el calzado a los pies ajenos.
La anciana dependienta que arrodilada pasó la vida probando el calzado a los pies ajenos.#OriolVillar #ElSilenciodelosLocos #Fotografía #ComercioLocal #Censura #Titanía Compartir en X
Todo ello me hizo sentir nostalgia. Nostalgia por el trato personalizado y atento con que antes se atendía al cliente. Un cliente que con las compras y los años pasaba a ser amigo. Por el que sentían añoranza cuando dejaba este mundo.
Y los fundadores se fueron y sus hijos también, y ahora los nietos tratan de sobrevivir sorteando el equilibrio entre la tradición, la calidad y la crueldad de las marcas y la incomprensión de la administración.
© «Sorteando el tiempo» es una fotografía de Oriol Villar-Pool.
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