En esta tercera entrega del guión para un largometraje titulado Los hijos de Noé continuaremos conociendo a todos los personajes involucrados en esta historia. Iremos descubriendo, a su vez, al vecindario que comparte escalera con ellos y los mundos públicos y privados de cada uno de ellos.
Sabremos de las angustias y soledades que aquejan a cada uno de los personajes, las relaciones que entre ellos existen y el estado en el que se encuentran.
Los mundos reales y las fantasías, las historias de distintos continentes que, apesar de la distancia física que las separa, parecen ser las mismas allá en donde ocurran. Los secretos de Andrea y la necesidad de afrontar la delicada salud mental de su madre. La intensa situación emocional que se vive en la casa familar, en la que Andrea parece haberse refugiado, componen un fresco de una situación de la que todavía no alcanzamos a imaginar por qué derroteros puede derivar.
Te dejo que disfrutes de estas secuencias y espero que te interesen lo suficiente como para esperar las nuevas entregas de Los hijos de Noé.
Si no has leído aún las primeras entregas de Los hijos de Noé te recomiendo que lo hagas ahora mismo y asi disfrutarás mejor de este capítulo.
Leer: Los hijos de Noé. Sinopsis
Leer: Los hijos de Noé. 1ª parte.
Leer: Los hijos de Noé. 2ª parte.
LOS HIJOS DE NOÉ- 3ª PARTE
Un guión de Oriol Villar-Pool
sec.12 A.cuarto plancha casa padres. INT. día.
El cuarto de la plancha rebosa de trastos, ropa, la tabla de la plancha, armarios y muchos trastos. Junto a una ventana por la que apenas entra luz natural pues da a un patio interior en una mesita camilla DOÑA JULIA está sentada junto a JAIME. Lo tiene cogido por una mano. Él la acaricia con ternura. Él se deja querer y no aparta la mirada de ella. Resulta una imagen enternecedora. Resulta como una madre tranquilizando a un niño.
DOÑA JULIA está agotada y al ver a ANDREA le lanza una mirada de resignación. ANDREA se sienta con ellos le sirve la tila en la taza y se la da beber. JAIME no la acepta. Entonces es DOÑA JULIA quien lo intenta tras acariciarle la cabeza y él acepta. Coge la taza con las dos manos y tras soplar sobre la infusión para refrescarla un poco, bebe.
sec.12 B. casa padres. INT. día.
JAIME se ha quedado dormido en la butaca del salón. La televisión está encendida con el volumen muy bajo. Hay un TALK-SHOW de sobremesa. Un grupo de personas discute sobre cualquier necedad de las habituales en este tipo de programas. La presentadora interrumpe a sus contertulios para dar paso a un boletín informativo, un avance del noticiario de la noche. Son las seis de la tarde. ANDREA y DOÑA JULIA comen en el comedor.
ANDREA.-
Me he encontrado en las escaleras con Eufemia.
La he encontrado fatal.
DOÑA JULIA.-
Esos pobres cada vez están peor.
ANDREA.-
Hacía mucho que no la había visto.
Apenas tiene fuerzas para subir hasta su casa.
DOÑA JULIA.-
La obra del ascensor nos ha demostrado a todos lo viejos que somos.
ANDREA.-
¿Qué es lo que tiene Osvaldo?
DOÑA JULIA.-
Pues la verdad es que no lo sé.
Ya sabes que siempre han sido muy misteriosos.
ANDREA.-
Pero seguro que sabes algo más. Te ha tenido que contar algo.
Si está deseando hablar con alguien.
Me ha dado la impresión de que lo haría con cualquiera que quisiera escucharla.
DOÑA JULIA.-
Ella siempre ha sido habladora.
El que la ha tenido toda la vida dominada es su marido.
Cuando vinimos a vivir aquí tu padre y yo, ella ya se pasaba la vida en la escalera.
Todo el día arriba y abajo luciendo unos modelos indescriptibles.
ANDREA.-
Probablemente los mismos que usa todavía.
DOÑA JULIA.-
Seguro. Porque yo llevo toda la vida viéndola con los mismos trajes.
ANDREA.-
Y lo orgullosa que los lleva ¿Verdad?
DOÑA JULIA.-
Cualquiera diría que viste Chanel.
ANDREA.-
Pero lo que no entiendo es lo que dices de que viviera dominada por su marido.
Porque al oírla hablar, lo que se ve es que lo idolatra.
DOÑA JULIA.-
No sé, quizá se haya acostumbrado tanto a él que ya no se imagine el mundo de otra manera.
ANDREA.-
Eso le ocurre a muchas mujeres.
DOÑA JULIA.-
Pero es que en esa casa no han recibido una visita en cuarenta años.
Eso a mí me parece un poco raro. ¿O no?
ANDREA.-
Nadie ha dicho que fueran muy normales.
DOÑA JULIA.-
La verdad es que en esta comunidad esta repleta de perros verdes.
ANDREA.-
Y que lo digas. Mientras hablaba con Eufemia ha bajado Matías con Neptuno.
DOÑA JULIA.-
Otro que también se las trae.
ANDREA.-
¿Qué historia es esa de que su padre ha decidido morirse?
DOÑA JULIA.-
¿Te lo ha contado Eufemia? Eso son tonterías de ella.
ANDREA.-
¿Pero es verdad que él está enfermo?
DOÑA JULIA.-
Bueno más que enfermo es que ya no le gustan las cosas que le rodean
y según parece se ha prometido a sí mismo no llegar a Navidad.
ANDREA.-
Pero eso no puede ser.
DOÑA JULIA.-
Pues parece que está cumpliendo su palabra.
MARGARITA.-
Si que puede ser. Y disculpen que me entrometa en su conversación.
DOÑA JULIA.-
Claro Margarita. Anda ven y siéntate un rato mujer, que tienes que estar agotada.
MARGARITA.-
Gracias señora.
ANDREA.-
¿Por qué dices eso?
MARGARITA.-
En mi tierra eso es algo muy común entre personas
que ya han hecho lo que tenían que hacer en esta vida.
Mi abuelo por parte de mi mamá se pasó toda la vida construyendo una casa
y ampliándola a medida que la familia iba creciendo.
En una ocasión cuando nació mi sobrina Marta Rocío de las Angustias
él decidió que ya había trabajado demasiado en esta vida
y que no tenía más ganas de continuar levantando tabiques.
De modo que nos reunió a toda la familia para notificarnos que había decido morir
para dejar paso a las nuevas generaciones…
…Y así lo hizo.
ANDREA.-
¿Se murió. Así por las buenas?
MARGARITA.-
No sé si por la buenas o por las malas…
Pero lo cierto es que a la mañana siguiente tuvimos que ir a encargar los oficios fúnebres
y para la hora de la comida mi hermano Walter Eleuterio ya era el nuevo patriarca…
Pero las cosas ya no fueron igual desde entonces.
DOÑA JULIA.-
Por eso te marchaste de tu país.
MARGARITA.-
Por eso y por más cosas.
Pero si a la miseria le añades la envidia y la injusticia
más te vale salir corriendo antes de que sea peor.
MARGARITA regresa a la cocina y DOÑA JULIA y ANDREA se observan en silencio. Sin duda no pueden salir de su asombro.
sec.13. bar. INT. día.
Un camarero recorre el local con una bandeja con una taza y una jarrita en la mano. Se acerca hasta una mesa en la que están sentadas ANDREA y una amiga. Se llama LUISA y de la misma edad y estilo que ANDREA, aunque menos atractiva.
CAMARERO.-
¿La tila?
ANDREA.-
Es para mi.
El camarero la pone sobre la mesa y recoge otra taza y otra jarrita idénticas a las que ha traído deja la nota y se va.
LUISA.-
No sé cómo puedes mantenerte despierta con tanta tila.
ANDREA.-
Pues aunque no te lo creas apenas pego ojo en toda la noche.
LUISA.-
¿Por eso estás en casa de tus padres?
ANDREA.-
Supongo que sí.
LUISA.-
Pues me lo podías haber dicho…
Porque te he dejado ochenta mensajes en el contestador…
Estaba comenzando a preocuparme.
No quería llamar a tu madre por miedo a meter la pata.
No quería preocuparla a ella y meterte a ti en un lío.
ANDREA.-
Tienes razón.
LUISA.-
¿Bueno y cómo estás?
ANDREA.-
(Sin demasiado convencimiento)
Bien. Estoy bien.
LUISA.-
¡Andrea!
Que te conozco hace demasiado tiempo como para que intentes engañarme.
ANDREA.-
De verdad que estoy bien.
LUISA.-
Por eso estás escondida en casa de tus padres y no contestas al móvil.
¿Eso es estar bien?
ANDREA.-
No sabía que me hubieras llamado.
LUISA.-
Claro que lo he hecho.
Pero tú, como si te hubiera tragado la tierra.
ANDREA.-
Perdóname Luisa. Pero…
LUISA.-
Entiendo perfectamente que quieras estar sola.
Sobre eso no tengo nada que decir.
Pero al menos avisa…
Bueno ya está bien de tanta bronca…
¿Has sabido algo de Mario?
ANDREA bebe su tila. Está caliente y sopla la taza. Guarda silencio Mirando a su amiga..
LUISA.-
Vale. Vale. Comprendido…
Pero te advierto que guardártelo para ti no es la mejor solución…
Te lo digo por experiencia.
sec.14. carnicería. INT. día
DOÑA JULIA está en la carnicería del barrio. Mira con atención, sujetando sus gafas el género expuesto en el expositor. La CARNICERA corta unos filetes.
CARNICERA.-
Estará usted encantada de tener a su hija en casa.
DOÑA JULIA.-
No se puede usted hacer una idea.
CARNICERA.-
No hay más que verla…¿Y qué es de la otra?
Por que a Inés hace mucho que no se la ve por aquí.
DOÑA JULIA.-
Ya sabe con dos niños pequeños apenas le queda tiempo para nada.
CARNICERA.-
Ya estarán mayores.
DOÑA JULIA.-
Pues el mayor acaba de cumplir diez años.
Y la otra todavía tiene seis.
CARNICERA.-
Qué barbaridad, como pasa el tiempo.
¡Diez años ya! Si me acuerdo cuando lo trajo aquí en el capazo, recién nacido.
Parece que fue ayer mismo.
DOÑA JULIA.-
Ya ve, es que el tiempo pasa sin darnos cuenta.
CARNICERA.-
Pues el mayor estará ya hecho un golfillo.
Porque hoy en día los críos de esa edad son tremendos.
DOÑA JULIA.-
Que va. No se vaya usted a pensar, este es muy crío aún. Es un angelito.
sec.15. consulta pediatra. INT. día.
Un niño de diez años, GUILLERMO, está siendo auscultado por una PEDIATRA. El niño está sin camisa. Su Madre, INÉS, está sentada en una silla observando en silencio. MARTA su hermana, de seis años, está sentada sobre las piernas de su madre y mira a su hermano con cierta sorna.
PEDIATRA.-
Anda Guille ahora quítate los pantalones.
GUILLERMO frunce el ceño. No le gusta el cariz que está tomando la consulta y mira a su madre en busca de apoyo. Pero INÉS le invita a quitárselos con un gesto.
PEDIATRA.-
Muy bien…Muy bien…Muy bien.
Bueno ahora bájate los calzoncillos.
El horror se apodera del niño. Pero de nuevo su madre le anima y él, muy a desgana, obedece. Lo que no sabe es que la PEDIATRA lo que quiere es palparle los testículos. Al darse cuenta, el crío se pone muy nerviosos y se violenta mucho, aunque no dice una palabra. Da un paso hacia atrás.
PEDIATRA.-
(Bromeando)
Vamos Guille estáte tranquilo que solo te estoy tocando un poco los huevillos.
Las palabras de la PEDIATRA son la gota que colma la paciencia del niño. La rabia se apodera de él y…
GUILLERMO.-
¡Vete a tomar por culo!
sec.16. bar. INT. día. (cont)
Suena el teléfono móvil de ANDREA. Lo saca del bolso. Mira quien llama y contesta.
ANDREA.-
Hola papá… Sí soy yo… Porque me aparece tu nombre en la pantalla del teléfono…
Habrá salido pero ya verás como no tarda en volver a casa…
Que no hombre que no puedes estar solo. Seguro que está Margarita por ahí…
Que sí ya verás llámala… Lo ves. Si Margarita siempre está ahí…
Ya sé que prefieres a mamá pero no me dirás que Margarita no te cuida bien…
Ya sé que no lo es mismo… Todavía voy a tardar un ratito… En cuanto pueda…
Por qué no le dices a Margarita que te prepare algo para merendar…
Claro ya verás como para cuando termines de merendar Mamá ya ha vuelto a casa…
Bueno…
Sí no te preocupes yo voy enseguida también…
En cuanto pueda… Bueno Adiós. Y estáte tranquilo.
ANDREA cuelga y lanza una mirada divertida de desesperación a LUISA que ha escuchado la conversación.
LUISA.-
(Bromeando)
¿Así que eso es lo que haces, eh?
Primero miras a ver quien llama y después decides si contestas o no…
¿Haces lo mismo con mis llamadas?
ANDREA.-
(Continuando la broma)
¡Qué pelma eres!
LUISA.-
¿Qué le pasa?
ANDREA.-
Lo de siempre… Esto es así todos los días y a todas horas.
LUISA.-
Pobre. Compréndelo… Se aburre.
ANDREA.-
No sé qué factura debe pagar mi madre porque tanto él como ella se pasan el día colgados del teléfono.
LUISA.-
A ella le distrae, y a tu padre le sirve de salvavidas cuando se agobia.
ANDREA.-
Ya, por eso le dejamos todos nuestros números a mano.
Pero es que con el móviles no me puedo librar en ninguna parte.
LUISA.-
¿Y tu madre cómo lo lleva?
ANDREA.-
Ella dice que bien.
LUISA.-
Y tú que dices.
ANDREA.-
Estoy preocupada.
Tengo miedo de que acabe poniéndose enferma.
LUISA.-
¿Enferma?
ANDREA.-
Sí. Estoy convencida de que está pasando una depresión y ella ni siquiera lo sabe.
LUISA.-
O está disimulando.
Mi madre nos engañó a todos durante meses después de la muerte de mi padre.
ANDREA.-
¿Ahora está bien verdad?
Hace tiempo que no la veo pero, la última vez la encontré muy animada.
LUISA.-
Es otra mujer desde que accedió a ir al psiquiatra.
ANDREA.-
Paco me ha recomendado a uno que dice que es bueno.
Pero dudo que mi madre acceda.
LUISA.-
¿Paco?
Entonces seguro que te ha mandado a Héctor.
ANDREA.-
¿Le conoces?
LUISA.-
Y tú también.
ANDREA.-
¿Yo?
LUISA.-
Es mayor que nosotras…
Tienes que acordarte porque cuando iba a la playa era todo un espectáculo..
Era uno al que llamábamos Perf-héctor.
ANDREA.-
¡Perf-héctor!
Pero si estaba buenísimo.
LUISA.-
Y nunca nos hizo ni puñetero caso.
ANDREA.-
Pero si éramos unas crías.
LUISA.-
Ya crías o no crías, él estaba para comérselo.
ANDREA.-
(Pensativa)
Sí… Claro que me acuerdo de él. Como para olvidarlo…
Así que ese es el famoso psiquiatra.
Por eso Paco me tomaba el pelo.
¿Y tú le has vuelto a ver?
LUISA.-
Por qué crees que mi madre accedió a ir a su consulta dos veces por semana y sin rechistar.
ANDREA.-
Y tú a acompañarla. Claro.
LUISA.-
Claro. Ya sabes que yo soy una buena hija.
Cómo voy a dejarla sola con semejante bombón.
ANDREA.-
¿Y está libre?
LUISA.-
Sí.
ANDREA.-
¿Qué le pasa?
LUISA.-
Nada que yo sepa.
ANDREA.-
Será gay.
LUISA.-
Eso no.
ANDREA.-
¿Y tú cómo estás tan segura?
LUISA.-
Me encantaría poder decirte que por experiencia.
Pero no ha podido ser.
ANDREA.-
¿Entonces?
LUISA.-
Se separó hace más de un año y dice que no quiere ver a una tía ni para echar un polvo.
ANDREA.-
¿Él te ha dicho eso?
LUISA.-
¡Anda ya! Paco me lo contó.
ANDREA.-
Oye muchas intimidades te traes tú con la medicina.
Me parece que vas a tener contarme muchas cosas que me parece que me ocultas.
¡Bicho!
Las dos ríen.
Continuará…
Leer: Los hijos de Noé. Sinopsis
Leer: Los hijos de Noé. 1ª parte.
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© “Los Hijos de Noé” es un guión de Oriol Villar-Pool
qué guión más guay. novas a publicar más?. está incompleto o es así?
Muchas gracias Carla. En efecto está incompleto. Poco a poco continuaré publicandolo en distintas entregas. Gracias por tu interés y por tu paciencia.